Cómo curé mi resistencia a la insulina: historia real y pasos efectivos

Mi diagnóstico: síntomas ignorados durante años

Durante mucho tiempo ignoré señales que mi cuerpo me enviaba. Tenía:

  • Fatiga crónica, especialmente después de comer
  • Dificultad para bajar de peso a pesar de hacer dieta
  • Ansiedad y antojos constantes de carbohidratos
  • Manchas oscuras en el cuello (acantosis nigricans)
  • Sensación de inflamación abdominal constante

Tras hacerme un análisis de sangre, mi médico me explicó que tenía resistencia a la insulina con un índice HOMA-IR superior a 4.0. Aunque no era aún diabético, ya estaba en prediabetes.


Paso 1: Cambié radicalmente mi alimentación

Adopté una dieta baja en carbohidratos y de bajo índice glucémico. Reduje:

  • Azúcares añadidos y ultraprocesados
  • Pan, arroz blanco, pastas
  • Frutas con alto índice glucémico como plátano o uvas

Incorporé más:

  • Verduras verdes (espinaca, brócoli, calabacín)
  • Grasas saludables (aguacate, aceite de oliva)
  • Proteínas magras (pollo, huevo, pescado)

Usé la tabla del índice glucémico publicada por la Universidad de Harvard como referencia para elegir mejor mis alimentos.


Tabla: Comparación de alimentos y su índice glucémico

AlimentoÍndice Glucémico (IG)Apto en mi dieta
Pan blanco70
Avena integral55✅ Moderado
Frijoles negros30
Yogur sin azúcar35
Patatas al horno85
Chocolate >85% cacao20–25

Paso 2: Incluí el ayuno intermitente de forma progresiva

Comencé con un ayuno 14:10 (14 horas sin comer, 10 horas de ventana para alimentarme), y gradualmente llegué al ayuno 16:8. Esto ayudó a reducir mis niveles de insulina basal y dio a mi cuerpo tiempo para usar las reservas de glucosa.

Según la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología), el ayuno intermitente puede ser beneficioso para pacientes con resistencia a la insulina, siempre que se realice con supervisión profesional.


Paso 3: Añadí suplementos naturales con respaldo científico

No quise tomar metformina, así que opté por suplementos naturales recomendados por mi endocrino:

  • Berberina (500 mg, 2 veces al día): redujo mi glucemia en ayunas y me ayudó a perder grasa abdominal.
  • Inositol (2000 mg de mio-inositol + 50 mg de D-chiro): especialmente útil en regular mis niveles de insulina.
  • Magnesio: ayudó a reducir la fatiga y los calambres nocturnos.
  • Vitamina D: corregí un déficit severo que contribuye a la resistencia.

Estos suplementos fueron recomendados en base a publicaciones como las de Scielo.org y revisiones clínicas internacionales traducidas al español.


Paso 4: Incorporé ejercicio funcional diario

  • Caminatas de 30–40 minutos, mínimo 5 días a la semana
  • Ejercicios con bandas de resistencia en casa
  • Yoga para reducir el estrés (el cortisol elevado empeora la resistencia a la insulina)

La Fundación Española del Corazón destaca que el ejercicio físico regular mejora la sensibilidad insulínica incluso sin pérdida de peso.


Paso 5: Control médico y análisis regulares

Cada 3 meses me repetí estos análisis:

  • Glucosa en ayunas
  • Insulina en ayunas
  • HOMA-IR
  • Hemoglobina glicosilada (HbA1c)

Después de 6 meses, mi índice HOMA-IR bajó de 4.2 a 1.8, mi glucosa en ayunas se estabilizó en 87 mg/dL, y mis niveles de energía mejoraron notablemente.


¿Cómo saber si estás revirtiendo la resistencia a la insulina?

  • Te sientes menos cansado después de comer
  • Disminuyen tus antojos de azúcar
  • Tu perímetro abdominal se reduce
  • Tus análisis mejoran de forma sostenida

Preguntas frecuentes sobre cómo revertí mi resistencia a la insulina

¿Cuánto tiempo se tarda en curar la resistencia a la insulina?

En mi caso, noté cambios reales en 3 a 6 meses, pero puede variar según el nivel de resistencia y el compromiso con los cambios.

¿Es necesario dejar todos los carbohidratos?

No. Solo eliminé los carbohidratos de alto índice glucémico y los ultraprocesados. Los vegetales y legumbres bajas en carbohidratos fueron parte esencial de mi dieta.

¿Puedo hacer ayuno sin consultar al médico?

No se recomienda. Yo lo hice bajo supervisión médica, especialmente si tomas medicamentos o tienes enfermedades previas.

¿Qué pasa si no se trata la resistencia?

Puede evolucionar a diabetes tipo 2, hipertensión, problemas cardiovasculares y hígado graso. La detección temprana es clave.